Consumo de Refrescos II

El estudio de la Profeco expone una situación muy preocupante en la clase más pobre del país, donde los padres de familia ofrecen a los niños refresco para satisfacer su sed y apetito. Lo paradójico es que la leche es más barata en comparación con el refresco, pero al parecer esta no satisface igual a los menores quienes piden más leche, tal vez sea porque no contiene altas cantidades de azúcar como el refresco.
La Profeco concluye su estudio diciendo que se puede consumir refrescos con moderación, manteniendo una alimentación variada, completa y nutritiva y propone darle a las bebidas gaseosas un lugar secundario y por razones de salud no estimular su consumo entre los niños.

Por último yo hago una conclusión a título personal: Si en mi familia compuesta por 7 miembros nos tomamos al año unos 35 refrescos entre todos, seguramente alguien se está tomando los más de 1500 refrescos que nosotros no nos tomamos.